Poderes del Vaticano

El Vaticano

 

 

 

PODER EJECUTIVO Esta divido en tres: 1. La Secretaría de Estado, 2. El Colegio de Cardenales y 3. Las Congregaciones. El Papa: es la Cabeza absoluta en materias religiosas, morales, éticas, administrativas, diplomáticas, y políticas; él es la única fuente de poder; no necesita rendir cuentas a ningún ser humano por sus acciones, siendo Dios su único juez. Secretario de Estado: tiene jurisdicción en la administración de la Iglesia católica, corresponde en el Gobierno civil moderno a una combinación de Primer Ministro y Canciller. La Cancillería de Breves : se usa para otorgar un honor o para anunciar un impuesto especial, son hoy Breves a reyes, presidentes, primeros ministros, e incluso obispos y personas de menor importancia. El Sagrado Colegio de Cardenales: los cardenales, los pilares principales de la Iglesia católica como institución religiosa, sean insignificantes en la dirección de materias diplomáticas y políticas. Las Congregaciones : han trabajado para el Papa en todas sus actividades delicadas. Ellas son el poder central y administrativo de la Iglesia católica, y en ciertos respectos no difieren mucho de la maquinaria de un Estado moderno, con sus diversas ramas administrativas de gobierno.

PODER LEGISLATIVO Es la más importante compete en emitir leyes, modificarlas, abrogarlas e interpretarlas. Pues el legislador es la instancia competente para determinar el espíritu que anima una determinada Ley. Aquí intervienen dos miembros la sociedad y la iglesia.

PODER JUDICIAL Los jueces aplican la LEY a los casos particulares y para hacer esto están guiados por principios generales, jurídicos y morales; por la equidad, la jurisprudencia y la doctrina (presunciones del derecho). Es por ello que la jurisprudencia uniforme y prolongada del tribunal de la Rota de una materia determinada que se impone a los jueces de los tribunales inferiores. La Signatura Apostólica : es la Corte Suprema de la Iglesia católica. La Penitenciaría Sagrada (y la concesión de Indulgencias): La necesidad por crear una autoridad que tratara con las demandas que presionaban cada vez más y más y que venían de todas partes del mundo para la absolución de ciertos crímenes, hizo que la Sagrada Penitenciaría fuera formada.